Nació en la
aldea de Pampacolca, al pie del Coropuna, en la sierra
arequipeña. Sus padres fueron el hacendado Gaspar Viscardo y Guzmán y doña
Manuela de Zea y Andía. Era descendiente de un español asentado en el valle de Camaná desde
principios del siglo XVII. Vivió sus
primeros años en su pueblo natal, hasta que viajó a Cuzco
para estudiar en el Real Colegio de Nobles de San Bernardo, regentado por los
jesuitas. Cuando en 1760 falleció su padre, ingresó al noviciado de
la Compañía de Jesús
en dicha ciudad. Hizo sus primeros votos en 1763.
Su hermano José Anselmo también se inició como novicio en la misma orden. Pero
en 1767 el rey Carlos III
ordenó la expulsión de los jesuitas de España y sus
dominios. Viscardo y sus compañeros fueron arrestados y llevados a Lima, siendo
luego embarcados rumbo a España. Tras una penosa travesía arribaron a Cádiz. Pese a que, presionado por la corona
española, pidió su secularización, fue transportado con el resto de sus colegas
a Italia, siendo desembarcado en las costas de los Estados Pontificios.
Junto con su hermano José Anselmo, se instaló en Massa y Carrara,
próxima a Génova, en la Toscana, donde fue acogido por la familia Cybo.
La corona española le prohibió, bajo pena de muerte, volver al Perú y también
que se comunicase con los suyos. Asimismo, quedó impedido de poder usufructuar
de los bienes heredados que dejó en América. En compensación, se le otorgó una
pensión irrisoria, equivalente al sueldo de un sirviente inferior. Desde 1773,
ambos hermanos Viscardo lucharon tenazmente por el envío regular de la renta
que les correspondía del patrimonio familiar, aunque no lograron éxito. Por lo
demás, sus tres hermanas que quedaron en el Perú se casaron y se repartieron
toda la herencia familiar, no dejando nada para los hermanos exiliados. Se
hallaban ya agobiados por el desengaño, cuando en 1781
se enteraron de la rebelión de Túpac Amaru II en el Perú. Entusiasmado, Juan
Pablo se puso en contacto con el cónsul inglés en Liorna, a quien le informó de
los sucesos del Perú, que para él era una clara muestra del descontento que
allí existía contra la dominación española. Sostuvo también que era el momento
oportuno para que Inglaterra, entonces en guerra con España, ayudara a las
colonias hispanoamericanas a lograr su emancipación. Él mismo se ofrecía como guía
y como intermediario porque conocía el idioma quechua, que era su lengua materna.
Ignoraba que ya, a esas alturas, la rebelión tupacamarista había sido debelada.
De todos modos, sus argumentos interesaron a los ingleses, quienes lo invitaron
a Londres ese mismo año. Los hermanos Viscardo
viajaron de incógnito, por vía de Alemania. Juan Pablo adoptó el nombre de
Paolo Rossi y su hermano Anselmo el de Antonio Valessi.Portada de la primera
edición de “Carta a los españoles americanos”. Escrita originalmente en idioma francés, –con el título de Lettre aux
espagnols americains– cayó a manos de Francisco de Miranda,
quien lo publicó por primera vez en 1799, con pie de imprenta en Filadelfia,
Estados Unidos, sin duda falso, pues debió ser editado en Londres. En 1782
arribó a Londres y escribió una carta al gobierno británico, instándole a
enviar una expedición hacia Sudamérica, cuya primera conquista debía ser el
puerto de Buenos Aires,
destinado a convertirse en la base para el avance hacia el territorio del Virreinato del Perú.
Estos planes debieron interesar a los británicos, que se hallaban en vísperas
de perder sus trece colonias de América del Norte. En Londres permaneció durante
dos años. En ese lapso se produjo un cambio de gobierno en Gran Bretaña y se
firmó la paz con España, por lo que los planes de Viscardo dejaron de interesar
a los británicos. Viscardo retornó a Massacarrara y dedicó otros años más en
inútiles demandas a la corona española por el asunto de su patrimonio familiar.En
1791 inició otro viaje a Londres, cuando la coyuntura
internacional le hizo presumir que Inglaterra estaría dispuesta esta vez a
apoyar a las colonias hispanoamericanas a lograr su independencia. Esta vez fue
sin la compañía de su hermano, fallecido en 1785.
Pasó por Francia, entonces convulsionada por la revolución,
donde presumiblemente redactó su famosa "Carta a los
españoles americanos" (publicada de manerapóstuma en 1799), en
la que, con ocasión de la cercanía de la celebración de los 300 años del Descubrimiento de
América, incitaba a los criollos de América a luchar contra la
opresión española y formar un estado soberano.En 1795
arribó finalmente a Londres. Su esperanza de que los británicos ayudaran a los
“españoles americanos” a obtener su independencia, nuevamente se vio truncada,
al variar las circunstancias internacionales. No obstante, continuó en Londres
hasta su muerte, escribiendo y haciendo gestiones para hacer interesar sus
planes a la corte británica. Enfermo y empobrecido, falleció en febrero de
1798.Antes de morir, Viscardo dejó sus papeles a Rufus King, ministro de Estados Unidos en Inglaterra, quien las entregó
al venezolano Francisco de Miranda.
Este líder patriota, escogió de entre esos papeles la "Carta a los
españoles americanos", escrita en francés y la hizo imprimir en Londres en
1799, con pie falso de Filadelfia (Estados Unidos). Luego lo tradujo al idioma español, versión que publicó en 1801,
también en Londres. El documento se propagó en el continente americano, y
contribuyó significativamente a incitar el sentimiento emancipador contra el
régimen español. Los restantes documentos, conservados por Rufus King, pasaron
a integrar los fondos documentales de la Sociedad Histórica de Nueva York. Casi
200 años después, dichos papeles fueron descubiertos por Merle E. Simmons,
siendo publicados en 1983.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario